RECIBIENDO A JESÚS La Invitación es de Dios
¡No debemos esperar hasta la vuelta de Jesús para encontrar a Dios! - El retorno de Jesucristo solo traerá juicio y condena para aquellos que no están cubiertos por su sangre. Estemos vivos o muertos, en la segunda venida de Jesucristo, la eternidad se hará realidad y nuestro destino final se confirmará. El levantará a los muertos pero el escoger a Cristo debe ser decidido por cada individuo ANTES de morir y ANTES de su venida final. Es por esto que el nos ha instruído acerca de la importancia de estar preparados para estos eventos que han de venir con absoluta certeza. El Señor afirma que nadie puede acudir a Dios sin que el Señor mismo lo lleve hacia El. ¡Nadie puede jactarse! La invitación es de Dios, pues la fe de los hombres proviene de Dios. La invitación de Dios está en las Escrituras para beneficio de todos y donde todos pueden ver. Se extiende a todas las naciones y jamás ha excluido alguna raza, creencia o nacionalidad. TODA la HUMANIDAD (en la historia del mundo) está invitada:
La invitación de Dios es confirmada en la palabras de Jesús cuando visitaba el mundo:
*Es un alivio notar que la calificación para acercarnos a Jesucristo NO es ni 'estar limpios' ni 'practicar la pureza' ni 'ser devotos' ni 'ser algo especial' - ¡éstas calificaciones NO CUENTAN para NADA! — Puesto que el Señor nos invita hacia él si tan solo nos encontráramos en las siguientes condiciones:
La Decisión es nuestra
..como siempre ... ¡con la ayuda de Dios! El cristianismo no se hereda, como es el caso del Judaísmo, donde el recién nacido ES Israelita (por descendencia desde las 12 tribus de Israel). En cambio un cristiano no 'nace' siendo cristiano, sino que debemos seguir instrucciones para llegar a ser cristiano. Está todo escrito en la Palabra de Dios (las Escrituras), todo listo para guiarnos e informarnos acerca del camino hacia Cristo. Jesús nos invita, la decisión es nuestra:
¡Para éste propósito Dios nos ha dado la libertad de voluntad! Tenemos libertad para escoger decidir buscarlo; podemos abrir la puerta a Cristo e incluso llamar a su puerta. Quién puede golpear en la puerta de Dios? Es un error común de creer que solamente gente "buena" puede decidir seguir el camino cristiano - ¡pero esto está muy lejos de ser cierto! — La invitación de Dios es una oferta a vivir una vida elevada, nueva y repleta de sentido. Su invitación y llamado tiene el propósito de darnos lo que no tenemos. Jesús dice que aquellos que lo necesitan no son los derechos y rectos (o los que "piensan que son rectos"). Jesús viene para ayudar a los que son malos y sufren la opresión (la consecuencia inevitable) del pecado.
El Camino es de Dios
Es el pecado lo que nos hace enemigos de DIos.
Pareciera una calle sin salida... el "tratar" no es suficiente para "lograr", y nadie logra ni siquiera lo que se propone ... Pero Dios hizo un plan para recatarnos del pecado y su inevitable consecuencia final (que es destrucción).
De acuerdo a la ley, el pecado cometido se debe pagar con justo castigo; y de acuerdo a la misma ley, el pago es un ineludible destino de sufrimiento eterno desterrados de todo lo que es vida. Pero Dios en su compasión infinita, envió a su Hijo Jesús, el Cristo, el Mesías, para que sufriera EL mismo el castigo que merece nuestro pecado. Su sangre pagaría para comprar nuestra libertad. ¿Es necesario pagar más? SOLAMENTE la sangre de Jesús satisface la perfecta justicia divina completamente.
Pero... si Jesús lo ha hecho todo.. ¡Necesitamos agradecer a Dios y recibir el regalo! ¡El obsequio de Dios es la VIDA MISMA de Cristo! - es por esto que nos invita a RECIBIR a Jesús como REY y SEÑOR en nuestra vida.
De ésta forma entramos a UNA VIDA NUEVA.
¿Y ahora qué?...
Los seguidores de Cristo son los llamados Cristianos. Seguimos al Señor Jesucristo porque EL es el ÚNICO CAMINO a nuestra vida nueva, prometida por sus palabras.
El Regalo es de Dios
¿Cómo seguiremos a Jesús? Cuando Dios guía nuestra acción en su voluntad, Él siempre provee lo necesario para ejecutar la tarea. Es por eso que al entrar al Reino de Dios a través de Jesús, recibimos de Dios lo siguiente:
Es Jesús viviendo en nosotros quien trae la vida nueva mientras re-nacemos del Espíritu de Dios. El Espíritu Santo es un regalo de Dios para nosotros.
El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios Jesús nos dio su Espíritu (también llamado "Consolador") luego de ascender a los cielos, como una "garantía", de las promesas que han de venir.
Armados del Espíritu Santo y la Palabra de Dios (la Espada del Espíritu), serviremos al Rey preparándonos y esperando la Segunda Venida del Señor Jesucristo. En la práctica, esto nos significa: ser, hacer, pensar y soñar anhelando la voluntad de Dios y sus propósitos. Esto no sucede como condición para la salvación, sino que es una expresión ayudada por el Espíritu Santo de GRATITUD por lo que el Señor ha hecho por nosotros.
Entrenamiento, Preparación y Misión
La preparación es solo posible con la ayuda de Dios.
Tal como el atleta que corre la maratón necesita entrenarse para el evento, también debemos entrenarnos para vivir la Vida. El atleta que no entrena suficiente se cansará. Sin entrenamiento no podrá mantener el tranco y es posible que deba abandonar la carrera. Mientras permanecemos en el mundo, el Señor reflejará sus propósitos en cada uno de nuestros días, guiándonos a relacionarnos con el mundo y sus habitantes en SU manera. Esto es una misión de humilde servicio, para arrebatarlos del fuego del castigo, para amar y ayudar a todo el que lo necesite, ofreciendo compartir las cargas de otros, orando y pidiendo por otros, protegiendo y alentando a otros, pero siempre fijando nuestros ojos en Jesucristo Nuestro Señor.
Es necesario estudiar el camino de Dios en las palabras de Dios, para saber qué hacer y como hacerlo. Si hemos de mantener nuestros ojos fijos en Él, debemos llegar a conocerlo bien estudiando su carácter puesto que en el medio de las batallas solamente confiaremos en Él. Es vital escuchar atentamente sus instrucciones, ya que después de sanarnos y hacernos nuevos, Él nos equipará con su armadura para mandarnos a ayudar y aliviar el sufrimiento del mundo, contándoles las Buenas Nuevas. ¿Cómo podemos estudiar el carácter de Dios? Las Escrituras (la Biblia) son la bibliografía de Dios; su veracidad se debe a que proviene de origen divino. Dios se da conocer a los hombres
La Biblia es una Biblioteca (la palabra Biblos = biblioteca en Griego) compuesta de 66 libros los cuales fueron escritos por 42 hombres de Dios, de diversas profesiones, durante un período de más de mil quinientos años. Los autores fueron esencialmente guiados por el Espíritu Santo. Como ejemplo paralelo, podemos ver que es posible estudiar el carácter de algún líder político, por ejemplo, aún años después de su muerte: una fiel biografía nos puede mostrar de qué forma el personaje enfrentaba las guerras, con qué criterio resolvía los problemas de gobierno; y mientras más detalle se proporcione sobre el personaje, mejor llegaremos a comprender sus acciones y conocer la persona. En forma análoga, también podemos investigar el carácter de Dios, leyendo los acontecimientos relatados en Las Escrituras, viendo cómo Dios trata los problemas de la nación Israelita a lo largo de su tumultuosa historia. En la Biblia podemos ver la relación de Dios con su pueblo, tocando todos los aspectos de sus vidas (Antiguo Testamento), y como extiende su gracia y misericordia hacia todas las naciones a través de Jesucristo en el Nuevo Testamento. Las Escrituras constituyen un antecedente incomparable sobre el carácter y la personalidad de Dios, donde Él mismo asegura que TODA la Escritura ha sido inspirada por Él mismo (proviene desde Él). A través de la Biblia, Dios también nos capacitará con todo lo necesario para las buenas obras en nuestra misión aquí la tierra.
El Señor dice que la razón por la cual cometemos errores o equivocaciones, es que no conocemos lo que Él ha dicho en la Biblia.
El Señor dice que SUS PALABRAS (la Escritura)
........... Dios desea relación, no desea religión
Nuestra relación personal con Jesucristo necesita crecer. Esto se convierte en algo esencial porque al recibir su Vida, también morimos. De este modo nuestra vida de pecado y muerte se va para siempre quedando clavada en la cruz del Redentor. Hemos visto que al recibir a Cristo escogimos VIVIR en SU VIDA, la cual es para siempre. Su Vida se mantiene en nosotros al depender ABSOLUTAMENTE de Él. Es decir, literalmente sin Él no podremos hacer nada que muestre evidencia de esta nueva Vida.
La Biblia es el lugar donde buscar: Nuestra relación personal con Jesucristo crecerá en oración y estudio día a día. Así como un niño recién nacido busca la leche, así también los nuevos nacidos en Cristo buscarán la leche espiritual en su Palabra escrita.
En el estudio de la Biblia podremos oír las palabras de Cristo que construirán nuestra fe en Dios.
Advertencia acerca de la "tradición": En la Biblia podemos ver la advertencia de Dios sobre el peligro de seguir las «tradiciones» (esto es religión, la cual ha sido inventada por los hombres y en base a principios terrenales) y sus engañosa consecuencia filosófica. (Pablo participó en el intenso debate filosófico Griego del siglo primero).
¿Cuál iglesia? Ya en Cristo, habiendo sido adoptados Hijos de Dios, ahora pertenecemos a SU familia. Dios también desea que sus hijos establezcan una relación dentro de la gran familia. Guiados por el Espíritu Santo, esto sucederá en un espíritu de amor y cooperación fraternal. El concepto de Dios sobre la iglesia no es un edificio ni una denominación específica, sino un cuerpo espiritual perteneciente a Jesucristo. En el Nuevo Testamento se puede leer cómo la iglesia de Cristo se formó (libro de los Hechos). De modo que no es necesario "hacernos miembros" ni por atender los Domingos ni por firmar un papel de registro (aunque puede ser recomendable desde el punto de vista administrativo), el hecho es que SOMOS MIEMBROS y parte integral del Cuerpo de Cristo desde el momento de aceptar a Jesús recibiendo todo lo que trae consigo.
Sin embargo, es importante congregarse o reunirse regularmente con otros hermanos para estudiar, alabar a Dios, y para compartir los beneficios de los dones del Espíritu Santo, dados a cada uno para beneficio de todos.
Bautismo
Luego el bautismo es un SIGNO visible y externo de la purificación interna que sucede al recibir el perdón en la vida de Jesucristo. Es solamente la sangre de Jesús, sagrada sin pecado, la que lava la impureza del alma, en la misma forma que el agua limpia puede lavar el cuerpo.
Jesús manda a ir a las naciones a hacer discípulos enseñándoles y luego bautizándolos.
Mientras crecemos en Cristo, invitamos a otros a tomar el mismo camino Dios no garantiza a sus hijos una vida de "felicidad" libre de sufrimientos, ¡pero si promete un final maravilloso! - Es por esto que invitamos a otros siguiendo el mandato de Jesucristo. Es la voluntad de Dios viviente en los cristianos lo que los impulsa a comunicar la verdad de Cristo. Nuestro Dios es un Dios que DA. La prueba está que a costa de sufrimiento personal nos dio la vida de su hijo Jesús cuando aún estaba la humanidad llena de maldad. - Ahora Dios anhela DAR a todos los hombres el perdón. Con su bendición desea hacer sus promesas realidad, en la vida que da Jesucristo; y cuando los que están lejos vuelven el rostro buscando a Dios, el Padre corre a encontrarlos, con un propósito de infinita gracia y bondad: ¡dar la fiesta del hijo pródigo! ¿Pareciera injusto que el privilegio de la acogida de Dios sería SOLAMENTE para los que acuden a Cristo? ¿Pareciera injusto que las promesas de vida nueva, alivio, seguridad, y la entrada al cielo solo pueden realizarse en los que llegan a Cristo? La aparente injusticia puede disiparse al saber que TODOS están bienvenidos a recibir la SALVACIÓN en Jesucristo. La invitación está desde SIEMPRE y estará firme hasta el día del retorno de Jesús o el día de nuestra muerte física. Es perfectamente razonable que Dios no permita impureza en medio de la pureza. El cielo es un lugar limpio y sagrado donde habita Dios y sus cortes celestiales, ¿cómo ha de mantenerse limpio si hay entrada libre para los que no estamos limpios? La pureza del alma es lo que Dios requiere, no en un porcentaje de bondad, sino en un cien por ciento: la pureza de Cristo. El valor es ABSOLUTO. No existe NI UN IMPEDIMENTO, ..ni raza, ni enfermedad, ni idioma, ni país, ni profesión, ni distancias, ni problemas, ni pecados, ni NADA en absoluto capaz de impedir que puedas acudir hacia Cristo para recibir su salvación, con la ayuda de Dios. Lo que es imposible para los hombres, es posible para el poder de Dios. Todo lo que se requiere para la salvación es buscar a Jesús, seguir sus instrucciones y dejarlo a Él hacer el resto.
<><><> Si estás en Cristo, ¡recibe un fraternal saludo en el nombre del Señor Jesucristo! ¿Quisieras dar el paso y acudir a Jesús? ¡Te invitamos a vivir en Jesucristo Nuestro Señor! ¡Ven! Recibe la salvación que Él da gratis — ¿Porqué te invitamos? — Si preguntas a los que se encuentran en Cristo, la respuesta de cada uno será que, sin una sombra de duda, ésta fué la decisión mas importante de su vida entera. ¡Ven! ¡Deja que Jesús cambie tu vida, al nacer de nuevo! Ven Señor Jesús, ven
|